Enero
[Segunda
Semana]
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Poco ensucia el aire si estamos lejos de la ciudad.
Por eso todos respiramos mejor. Seguramente por ser
la noche tan larga,
este es un periodo proyector. La primera condición
de estos meses
para el letargo es ensoñar. Los campos enteros
duermevelan y,
como todos sabemos, es en ese estado cuando se nos
ocurren las
mejores ideas, cuando imaginamos tareas hermosas
bien culminadas.
Seguramente mucho de lo mejor que nos pasa, la
renovación, es por imitar al calendario sin fechas
de lo viviente.
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Agujas, cigüeñuelas y gaviotas
comen a menudo juntas: |
Ya
visitan algunos campanarios
las cigüeñas blancas que
desde antes de
Navidades cruzaron
Gibraltar. Pero quienes ponen
de verdad
colorido a esta semana son
patos, garzas,
limícolas y cormoranes, que están
invernando por centenares de miles en nuestros
aguazales. ¡Que no se nos
acabe el
invierno sin visitar alguno de nuestros deltas,
marismas o lagunas! Allí pueden estar también
miles de
grullas y lavanderas blancas.
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Aunque a veces se pasa el mes entero dormitando en su
compleja vivienda subterránea, el tejón suele estar de
amores.
Como los pequeños sapillos pintojos y los tritones
ibéricos,
que se reúnen en las charcas y remansos para encelarse y
hasta
poner ya sus huevos. Los lobos aprovechan para cazar con
mayor facilidad a
sus presas, que se hunden más en la nieve
que ellos.

En muchos bordes de caminos veremos al lirio de invierno
florecido sin recato con sus enormes pétalos malváceos
en
cuyo centro destaca una mancha amarilla. |
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