Marzo
[Cuarta
Semana]
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"La
hoja sigue a la flor en los almendros"
Uno de los más claros síntomas de la entrada de la
primavera es que en la mitad sur de Iberia podemos
contemplar
varias decenas de vuelos de mariposas diferentes como
las
doncellas, ninfas, náyades, zigenas, auroras, mantos,
arlequines,
cejialbas, sofías..., suspiros de color que por los
mismos
nombres que les hemos dado más parecen una concesión a
la
fantasía que unos insectos primaverales.
Los
alevines de trucha ya tienen tres centímetros y se
dedican a la captura de animálculos. Muy cerca hay
arrebatos
sexuales entre las ranas comunes.
Machos y hembras se
van concentrando en los remansos de los ríos y en las
charcas,
y sus llamadas a menudo son el sonido dominante en los
crepúsculos, aunque los grillos cebolleros pretenden
hacer competencia
con su hiperagudo estridular, también se oye a
los autillos, nuestros más pequeños buhos, recién
llegados de tierras
más cálidas. |
La
reina de las avispas realiza sus primeros vuelos,
tras
el letargo invernal, para buscar lugar adecuado
donde refundar
la colonia poniendo huevos. Las abejas tienen una
primera
generación anual de obreras visitando flores. En el
fondo de las aguas se desperezan los
escarabajos, como los ditiscos,
chinches como
la notonecta
y frigánidos...
Ya incuba su
puesta completa,
casi siempre
sólo dos huevos, el águila
real.
Llegan las primeras collalbas
rubias, pasan hacia el Norte lavanderas boyeras
europeas. Han
nacido los
somormujos
lavancos y los
primeros ánades
reales.
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"Los acchorros de lince ya salen de
su guarida"
La primavera acoge todos los proyectos del invierno y
los pone en la pista de despegue sin olvidarse de darle
alas a cuanto nace.
Y es que hasta la vida subterránea, la del humus y las
raíces, la del pez y el caracol, son vuelos más o menos
altos.
Mas ocupada en fecundarlo todo, en repartirse
generosa y
abundantemente, la luz abandona sus fuegos artificiales
y los clamores de sus saludos y despedidas. Tampoco se
algarabizan
las aguas. Más mansas y salpicadas completan la
tarea de la suprema humedad invernal.
Hay plaga de vida. Confiamos en que, si quieres
hacerle compañía a
la renovación de la mayor parte de los animales
y de las plantas de nuestros campos, al menos te sientas
tan
alegre como la luz y el agua, como esos suelos tan
llenos y
esos aires abarrotados de vuelos. Porque cabe vivir
dentro de
la vida y fuera del tiempo. |
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