Mayo
[Cuarta
Semana] |
"Han
completado su floración los castaños" |
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Todavía alguna perezosa loba está pariendo en las
cotas altas de las montañas astures y cántabras,
allí donde los últimos esbardos ya corren detrás de
la osa y aprenden su oficio de comedores de todo.
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Los
cervatillos ganan peso y fuerza, amamantados
hasta cuatro
veces al día. Los aguiluchos del águila real están
casi por
completo emplumados. Los lagartos ponen huevos en
los
resquicios más protegidos. Los sapos parteros han
completado
su metamorfosis, también algunas ranas y tritones.
Nace la tercera carnada de gazapos y la primera de
erizos. Florecen
las zarzas y los
pinos silvestres.
Los ruiseñores convierten la noche en una de las
mejores
músicas. Ya han terminado sus nidos, como todas las
aves que llegaron hace un mes.
Florece el enebro, el pino mediterráneo y el
silvestre.
Los robles, castaños y hayas cumplen también con su
fecundación,
encargándosela al viento y a los insectos, ya
masivos y
omnipresentes.
Mayo es también el mes de las coronaciones. Los
machos de ciervos y corzos recuperan totalmente su
cuerna perdida a finales del invierno.
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Las
liebres, también cada día más escasas, se han puesto a
parir por segunda vez en una recóndita cama que sólo
oculta un matojo en medio de la llanitud. Los recentales
de casi todas las grandes especies de ungulados siguen
constantemente a sus madres: cierva, corza, gama, cabra
montesa o muflona. Maman v comen verde al mismo tiempo.

Todos los roedores y la mayoría de los insectívoros, con
los murciélagos a la cabeza, están igualmente en pleno
periodo reproductor. Los primeros por segunda vez. Hay
una excepción: la lirona careta está aún dedicada a
buscar el mejor refugio para su primera prole del año.
Curiosamente, la segunda llegará en octubre. |
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