Octubre
[Primera Semana]
|
 |
Mientras en los casi del todo mermados caudales
de nuestros
ríos se diluye la actividad de los demás invertebrados,
los cangrejos de río están combatiendo como inicio
de sus primitivos amores. En parecidas
actitudes, es decir, primero rechazando a machos
competidores y enseguida copulando
con las
hembras, están los camaleones. Y la mariposa vulcana
desafía el ocaso de los vegetales. Todavía podemos
ver varias
especies de
escarabajos joya, y, al anochecer, los vuelos de los
longicornes y de los ciervos volantes rumbo a sus
guaridas de
invierno.

|
Se incorporan al calor de su propio fervor amatorio
los gamos, y nosotros lo sabemos por su profundo
y corto ronquido. También se vislumbran los
primeros atisbos de la excitación reproductora en
las cabras montesas, muflones y rebecos. El
murciélago orejudo grande entra asimismo
en celo.
San Miguel marca la apertura del gran ciclo
otoñal.
Comienzan a amarillear muchas hojas de chopos, fresnos,
hayas, robles... Pero al mismo tiempo ahora
no les cabe más
reserva nutricia v dulzura a sus frutos.
|
|


El abedul tiene ya las inflorescencias masculinas, lo
que
empieza a ser común es la maduración de numerosos frutos
silvestres: a las
gayubas y endrinas se suman los serbales, saúcos
y mostajos.

Madura también el principal parásito de nuestras
arboledas: el muérdago. Nacen
los cereales de
invierno. |
|