Mes sabio. Por suave, lento, tenaz y cumplidor. Por,
ante todo, disfrutar con lo que tiene y darlo sin
restricciones. Es
uno de los pocos que apenas quiere nada de los demás
a pesar de
sus famosos veranillos, imprescindibles para las
últimas y más
copiosas maduraciones del año. Mes que sin alardes
ni ambigüedades
se desparrama con algunas de las mejores cadencias
del año.
Su dulzura, la ternura de los acontecimientos que
propicia, su
equilibrio de luces y sombras, las renacidas
esperanzas que ha
aportado la humedad de la estrenada otoñada, son
algunos de los mejores regalos que trae el avanzar
de los calendarios de la vida.
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Octubre
[Calendario de la Vida]
Se esponja el aire y acepta nuevas transparencias
que convidan a
mucho tiempo al aire libre.
Confinadas las cosechas, aliviados los panoramas de
la sed y el calor, paladeado su sabor, casi todos
tenemos la sensación de estar más en un inicio que
en un ocaso. De hecho, lo que acontece
ahora convierte al décimo mes de nuestros
calendarios en el
que podría ser el primero.
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Nada
tiene de casual que los
agricultores se rijan, para algunas de sus
principales contabilidades,
por el día de San Miguel, el 29 de septiembre. Se
realizan las
siembras del imprescindible cereal, el vino y el
aceite ya casi están
terminados por su primera creadora, la Naturaleza,
aunque luego
seamos nosotros los que culminemos soberbiamente el
proceso.
¿Entenderemos durante mucho más tiempo que esa
alianza, esa
doble creatividad da los mejores resultados?
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Está en
marcha la gran cosecha del bosque y del matorral,
comienza la fructificación masiva de los silvestres
frutos de las zarzas,
chumberas y lentiscos; de higueras, olivillas y
piruétanos, de
vides y avellanos. Mientras la savia acaba de llenar
de energía
las bellotas, su mejor proyecto de encinas, robles y
castaños,
también entre la flora menuda son numerosos los que
tienden
al aumento, a la búsqueda de su punto más álgido.
Septiembre es
el momento de la flor de pequeñas matas de
cardencha,
cacirera menor, cimbelaria, varias mentas y continúa,
de acuerdo con la altura sobre el nivel del mar a la
que
nazca, la espectacular floración del torvisco
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- Primera semana -
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- Segunda semana - |
- Tercera semana - |
- Cuarta semana - |
Comienza asimismo el ciclo vital de varias de las
especies
más características de nuestra fauna, es decir, los
grandes mamíferos
herbívoros. A la cabeza de los mismos figura el ciervo
común.
La fecundación de varias hembras por un único macho es
sólo un
gesto fugaz que ha precisado una larga y compleja
preparación
que convierte a la brama de nuestros venados en una cita
obligada
con nuestros montes y sierras. No habrá noche de octubre
en la que
no retumben los profundos berridos de los astados.,,
Si somos capaces de aproximarnos, oiremos también el
choque de las cuernas de los machos que pelean por una
parcela
de terreno donde mantienen a un grupo de hembras. De
los paisajes sonoros, de los mil matices que para
nuestros tímpanos
tienen las distintas épocas del año, este de octubre
seguramente
nos resultará el más inolvidable. La Naturaleza suena
a un primitivo amor y a su eco.
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