Septiembre
[Cuarta Semana ]
|
Entre los mamíferos hay unos pocos casos de segunda
reproducción anual con septiembre como marco
temporal. Caso de erizos comunes, comadrejas, a
veces los gatos monteses, jabalíes...
Triplican sus descendientes los musgaños comunes y
los conejos pueden estar en su quinta o sexta
generación anual de descendientes. Al tiempo que se
formaliza el clan de los lobos se acaba el celo de
las osas y puede comenzar, sobre todo si llueve, el
más espectacular de los amoríos zoológicos.
Los ciervos dejan oír su bramido en las noches de
septiembre.
|
|
Los anfibios están casi desaparecidos pero algunos,
como el sapo de espuelas, en lo más pausado de la
noche dejará oír su mínimo silbido para desvelar que
se apresta a su periodo de reproducción.
Los reptiles se dedican principalmente a la captura
del mayor número posible de presas, aunque su
metabolismo les permite pasar meses sin comer, nada
mejor que unas buenas reservas de grasa para pasar
el invierno.
Se impone, pues, aprovechar las oportunidades de
hacerlo, sobre todo los muchos jóvenes de lagartijas
y lagartos que nacieron en pleno verano. Los
camaleones macho, allá en Cádiz y Málaga,
persiguen a las hembras antes de inmovilizarlas,
requisito imprescindible para que pueda llevarse a
cabo la cópula. Algunas culebras, como las de collar
y la lisa europea, se atreven con un segundo intento
reproductor.
|
|
Las aves, a excepción de los halcones de Eleonora, que
ceban a sus pollos en los acantilados costeros de las
islas del Mediterráneo y las Canarias, son cada vez más
llamativas: las gregarias porque acaban de formalizar esa
íntima alianza que llamamos bandada, las viajeras
porque ya cubren disparatadas distancias hacia el Sur,
las sedentarias porque se atiborran de los mencionados
frutos y las ocasionales porque es buena ocasión para
detectar a la excepción. Los patos, que pierden las
plumas de golpe a lo largo de este periodo, las
recuperan con la misma prontitud, ya que también se
entregan a las más espectaculares singladuras. |
Enormes bandos de fringílidos,
como el lúgano, alcanzan nuestros
campos a lo largo del otoño.
|
Pero son sin duda los mosquiteros, comunes y musicales,
los que se dejan ver con más frecuencia. Son millones
viajando hacia África, sobrevolados por aviones,
golondrinas, vencejos, abejarucos, águilas calzadas,
culebreras, milanos negros, aguiluchos... No hay mejor
mes para contemplar el paso de las aves migradoras de
gran tamaño por el estrecho de Gibraltar, lo que resulta
uno de los mejores espectáculos zoológicos del
calendario natural |
|